HACER CINE COMO UN DEMENTAL
Por: Carlos Alberto Campos Tapias
En Colombia se ha vuelto común hablar de cine por estos días. También sobre él se escribe; se menciona cuando de festivales nacionales e internacionales se trata y se toma con encanto la noticia de otra película colombiana que recibe galardones en latitudes donde creemos que el cine se aprecia de manera diferente. Esto último se ha convertido en algo que refuerza la tradición que bien mantenemos viva en nuestro país de que "nadie es profeta en su propia tierra", pero también esto último se condiciona cuando suceden cosas tan extrañas en la cartelera de cine nacional, como lo sucedido durante este fin de semana , cuando se conoció que la película Demental del joven director colombiano, David Bohorquez, se queda en cartelera por lo menos una semana más y este sólo es el caso de la ciudad de Bucaramanga.
Demental es una historia sencilla, que a pesar de utilizar situaciones y lugares comunes con los que el cine norteamericano de terror ha adoctrinado las mentes consumidoras de séptimo arte en el mundo entero, tiene más de un componente que la hace única, grande y contradictoriamente innovadora. Puede que se trate de un asunto estético y/o narrativo; puede que la situación sea más sencilla de lo que se cree, y que se trate de una película que propone con claridad algo que va a pasar y que rápidamente da pistas de que la situación se resolverá y se va a conocer gracias a la misma película -fórmula bien conocida dentro del cine comercial- o como se le quiera llamar. Pero no, lo de Demental es uno de esos casos en los que la cinematografía de un país es testigo del parto de un nuevo narrador, de un estilo propio, de un nuevo director y por qué no, de lo que podría ser un "nuevo" código para el cine nacional.
Pero en medio de tanta repetición ¿qué podría ser lo nuevo? Demental es una película de resultados: realizada por un director que no necesita experimentar toda la historia del cine para buscarse un lugar en el pedestal del "cine arte" o del "cine de autor" y sin embargo, logra aprovechar su vida y su talento para hacer lo que le gusta: hacer cine. Cine de ese que se puede hacer con treinta millones de pesos, que se puede grabar en 7 días y en el que, cuando el espectador se queda hasta el final de la película, encuentra con emoción al leer los créditos, más de una vez el nombre del director en distintos roles de producción, así como a otras personas del equipo en la misma situación. Este sentimiento se maximiza cuando se descubre además que varias de las personas del equipo de realización llevan su mismo apellido. Esta película es un desafío de alguien que le apostó no sólo a saber, a estudiar o escribir sobre cine; este es el desafío de alguien (de muchos) que se propusieron a llevar desde su imaginación hasta la pantalla, una película a la cartelera nacional, y es más que claro que lo lograron.
Demental continuará en cartelera una semana más y puede que logre una tercera. Hay que aprender a impresionarse y a saber porqué, cuando se tiene una obra de estas características en un cine cerca de casa. Por mi parte la encuentro fascinante y me quedo en la sala luego de saber, en pocos minutos, que es lo que va a pasar en la historia y también saber con casi total seguridad como pasaron las cosas. Pero algo me dice que estamos frente a una obra de un director arriesgado que nos quiere mostrar que las cosas no siempre son como parecen, ni siquiera en este cine que algunos descartan porque parecería estar diseñado sólo para entretener. Nada es como parece en Demental.
Demental se convierte de alguna manera en una lección para quienes reclaman historias diferentes en el cine colombiano, y al mismo tiempo en una lección para quienes impedidos por los prejuicios, no se atreven a proponer, haciendo ver como nuevo en nuestro país lo que sólo le permitimos hacer a los norteamericanos.
Su musicalización está hecha con la misma pasión que la parte visual y con tanta (ir)responsabilidad, que en algunos momentos me hacía recordar algunas cintas de Ospina y Mayolo y hasta del 'Loco Pinilla'.
Los invito a disfrutar de la segunda semana en cartelera de Demental, por mi parte esperaré la segunda película de David Bohorquez, así como espero una nueva película de los hermanos Orozco.